Este es el trabajo al que más tiempo le estoy dedicando y que está terminando con mi paciencia.
Estoy restaurando las 6 sillas del salón de mi madre y el esfuerzo no tiene precio.
Este era el aspecto original y aunque no parezca demasiado desastroso estaban desencoladas y estropeadísimas.
Bueno, pues tras mucha pintura, lija, más pintura, más pintura, barniz y tapizar (que no es tan fácil como parece en la tele) el resultado es este. La tapicería coincide con la del sofá de mi madre claro...
Y, por si algún día me canso y decido recuperar una (o todas) me inspiraré en estas otras imágenes de internet y del catálogo de Zara Home.