Algo tan simple como una silla de cocina de metal se puede convertir en una pieza única y original.
Este es el resultado:
Y esta era la pieza original esperando un cambio:
La han desmontado y pintado la estructura en spray blanco (primero lija un poco para quitar óxidos y desperfectos).
Han tapizado el asiento y el respaldo con una bonita tela de flores (que recuerda bastante a una de Ikea).
La tela vieja ha servido de plantilla y ahora descansa en la basura.
Por último han montado todo en su lugar y para tapar las grapas, por detrás han puesto unas tachuelas.
Y esta idea es de adventuresincreating